El origen de estas experiencias es que como Unos Cuantos no podemos atender a toda la demanda de los colectivos sociales que nos piden que actuemos para ellos, hemos decidido iniciar este laboratorio teatral de la vida: dirigir a quienes resisten, animarles a la denuncia desde la escena, invitarles a convertir en teatro su propia existencia. Son pequeñas escenas de mimo y expresión corporal, sencillas, sin apenas texto. Se meten en ellas de inmediato.
Es emocionante ver representar en la Plaza Porticada de Santander las escenas de la marginación por sus propias víctimas o afines. Convertir en teatro de calle las experiencias de la exclusión y esta vez por los mismos protagonistas que viven el doloroso drama de la falta de un hogar: el indigente que extiende su mano una y otra vez y nadie le da limosna; la calle representada como una galería de estatuas ausentes, inconmovibles. Y el silencio y respeto de niños y mayores que, tras las máscaras, observan la escenificación.
En el Día de los Sin Techo, el jueves 24 de noviembre, CÁRITAS pidió colaboración a la Agrupación Escénica «Unos Cuantos». En España, más de 40.000 personas no tienen techo y cerca de millón y medio viven en infraviviendas y chabolas. Y con la política antisocial del Gobierno del PP, el número se acrecienta: los desahucios y desalojos forzosos de las víctimas de la crisis, están a la orden del día.
Nuestro director, Juan Manuel Freire, se fue a la Cocina Económica a ensayar con los voluntarios una nueva modalidad del teatro de los oprimidos. Es ésta la segunda ocasión que lo hace en este otoño. La primera fue por invitación de ACCAS con los enfermos de SIDA y personas en peligro de exclusión social.
Unos Cuantos seguiremos en esta línea, ayudando en lo que podamos, aprendiendo de la gente que más necesita, buscando emociones diferentes.